Como suele ocurrir, el altar de triduo quedó tras la Virgen, aunque eso sí, sorprendió a todos con la colocación de una escalera que unía el lugar del culto con la peana donde estaba la imagen, quedando allí el sillón como trono de la sabiduría, en el cual aparecía el símbolo de los siete dolores de María.
Luego, flanqueando a la Virgen se encontraban tres ángeles que portaban cetro y media luna, cedidas por la Hermandad del Carmen de Paterna del Campo, todo flanqueado por dos faroles. Un rico exorno floral, destacando los nardos, completaba este escenario.
La Virgen de los Dolores lucía saya dorada y manto verde con bordados en oro, cíngulo de hilo dorado, tocado compuesto por un encaje de lentejuelas y una blonda blanca. De nuevo la rosa de pasión, un rosario, tres mariquillas que le fueron donadas el año pasado, la medalla de oro de Chucena, así como otras medallas y broches y la corona y el puñal dorados enjoyaban a la Virgen.
Durante la función principal celebrada previamente al besamanos, la nueva junta de gobierno de la Hermandad tomó posesión de su cargo, tras lo cual fue recibida por los presentes con un gran aplauso, comenzando así un nuevo período en la corporación penitencial.
IMPRESIONANTE, De un cofrade de paterna, enhorabuena!!!!!!
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