La Virgen de la Estrella, en Besamanos / Jesús Pérez |
Al finalizar esta, y tras ser adecuado el presbiterio, comenzó el Besamanos de la Virgen de la Estrella, el cual se alargó hasta las 11 de la noche, siendo este momento muy especial para muchos, que pueden contemplar a la Alcaldesa perpetua más cerca que nunca. Momentos de rezos, de miradas y de pensamientos en torno a la Señora, depositados en los besos que los chuceneros y visitantes dejaban en su mano.
En el altar mayor se encontraba la Virgen, ataviada con sus galas de la Procesión del pasado día 15, subida a una peana dorada y escoltada por sus ángeles turiferarios, a cuyos lados se encontraban dos piñas de nardos y rosas.
También fueron colocados cuatro candeleros alrededor de la Virgen, que fueron retirados durante el transcurso del Besamanos. Debajo del presbiterio, en el que durante la Misa estaba colocado el altar, se encontraban cuatro blandones. Tanto aquí como el lugar donde se encontraba la Virgen estaban cubiertos de alfombras. Completa la imagen los enseres de la Hermandad, situados en los laterales del mismo presbiterio.
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