La Hermandad de Nuestra Señora del Rocío celebró sus cultos
previos a celebrar la romería de Pentecostés. La filial chucenera vuelve a
prepararse para este acontecimiento mediante el triduo y la Función Principal
de Instituto.
El simpecado azul y oro de la Hermandad de Chucena presidía
un altar efímero situado a las plantas del retablo mayor de la parroquia, con
un dosel azul, un abundante exorno floral, que contaba con dos murales, y
varios candeleros cedidos por la Hermandad del Cristo de Burgos.
El sábado, tras la función, tuvo lugar el XXV Pregón
Rociero, que estuvo a cargo del presidente de la corporación, D. José Fernando
Garrido, el cual quiso remarcar numerosas vivencias, tener un recuerdo a los
que ya no van a la aldea, el sentido de la palabra Hermandad, así como dar un
recorrido por cómo vive Chucena los días de la Romería.
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