Sin duda destaca el abundante exorno floral, compuesto por los centros que fueron utilizados en el escenario del Pontifical de Coronación, de Floristería Atrio, como los murales dispuestos en la plaza de Andalucía, de Floristería Miguel Ángel (ambas de La Palma del Condado) y las ofrendas realizadas por las distintas hermandades que asistieron al acto y grupo joven y costaleros.
La patrona de Chucena lucía el traje de salida, de tisú verde claro con bordados en oro, al igual que el Divino Infante, manto de terciopelo rojo bordado, toca de sobremanto, tocado de hilo de oro, corona de coronación con la tiara estrenada en el triduo engarzada y ráfaga de plata y el cetro de oro estrenado en la misma coronación.
La Virgen lucía los diversos regalos realizados en estos días, como los broches de la Pastora o el Cristo de Burgos, el rosario del Rocío, el relicario de la Estrella de Huelva, los broches del grupo joven y de la Estrella de Toledo, o un broche con la efigie de la Esperanza Macarena. Asimismo lucía la cruz regalada por el que fuera párroco de Santa Ana y vecino del pueblo, el difunto Juan Martín Pérez, además de otras alhajas y broches.
Con este besamanos, hasta tres cultos de esta índole tendrá la alcaldesa perpetua de Chucena, tras el primero que se realizó con motivo de la apertura del Jubileo, clausurado este pasado domingo, mientras que el próximo será durante las fiestas patronales de agosto, el día 17.
Con este besamanos, hasta tres cultos de esta índole tendrá la alcaldesa perpetua de Chucena, tras el primero que se realizó con motivo de la apertura del Jubileo, clausurado este pasado domingo, mientras que el próximo será durante las fiestas patronales de agosto, el día 17.
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