Un año más, los titulares de la Hermandad del Cristo de
Burgos volvieron a repartir bendiciones por las calles de Chucena, que disfrutó
de una Semana Santa plena.
Puntual como siempre, a las 9 de la noche del Jueves Santo
se abrían las puertas de la parroquia y salía la cruz de guía, con un cortejo
más repartido que otros años, lo que provocó que ambos pasos estuvieran más
pegados. A los pocos minutos salía el Señor de Chucena, acompañado por la
capilla musical Gólgota, que realizó una actuación impecable.
Con los nazarenos del paso de Virgen, y las representaciones
de las hermandades salía el palio. Tras el himno, la Virgen de los Dolores
comenzaba a andar con Triana de Esperanza, a cargo de la Banda Hermanos Niño,
que nos dejó marchas en este 2015 de corte más clásico y más alegre, como
Macarena de Abel Moreno, Madre Hiniesta, Amarguras, Rocío de Santiago,
Coronación de la Macarena, entre otras, como la suya propia, Madre de los Dolores de Chucena. Numerosas joyas lleva la Virgen, entre
ellas la rosa de pasión en plata y un rosario prendido a la saya.
Además, en este año se volvieron a escuchar en nuestro pueblo
las saetas, interpretadas magistralmente por Isabel Pavón. El palio llevaba un
crespón blanco en memoria del pequeño Daniel Cobos, fallecido con tan sólo 8
años recientemente y a la que le fue dedicada también una saeta.
Tras escucharse La Madrugá, preludio de la noche por
excelencia de la Semana Santa, sobre la 1 menos cuarto, hacía su entrada la
Virgen de los Dolores, dejando el recuerdo de un Jueves Santo maravilloso y con
la espera de que vuelva a florecer la primavera en Chucena.
Fotografías: página de Facebook de la Hermandad y José Alonso Solís.
Fotografías: página de Facebook de la Hermandad y José Alonso Solís.
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