La Virgen de la Estrella, tras los cultos extraordinarios
con motivo de su coronación canónica, ya descansa en su camarín del retablo
mayor de la parroquia a la espera de un nuevo mes de agosto.
Como es tradición, por estas fechas, la patrona de Chucena suele
llevar su indumentaria con tonos blancos, pero en este año brilla más, si cabe,
debido a la nueva iluminación que se ha instalado en el camarín, llevada a cabo
a mediados de mayo.
Como decíamos, la Virgen luce manto de brocado blanco, traje
blanco –al igual que el Niño Jesús-, tocado de hilo de oro, toca de sobremanto –también
de hilo de oro-, cíngulo de hilo dorado con bordados, corona de plata dorada y
ráfaga, cetro y medialuna de plata.
No hay comentarios:
Publicar un comentario