Durante estos días se ha celebrado el triduo extraordinario
a María Santísima de la Estrella como preparación a la coronación canónica de
la imagen que tendrá lugar este domingo.
La patrona de Chucena se encontraba en un altar efímero dispuesto para la
ocasión.
La Virgen lucía el traje de salida, de tisú, y el anterior
manto rojo de salida, el más antiguo de cuantos tiene bordados. La cabeza de la
Señora se encontraba cubierta por una mantilla que le caía por el manto, así
como por la tiara que ha estrenado para este evento. Además, portaba la ráfaga
de plata, cetro dorado. El Divino Infante lucía el traje a juego con el de su
Madre, y no llevaba nada sobre su cabeza, esperando el momento de ser coronado.
En cuanto al altar, la Santísima Virgen se encontraba
escoltada por 32 candeleros, cedidos por la hermandad del Cristo de Burgos, así
como por dos candelabros del paso procesional de la patrona. Detrás de la
imagen se encontraba un dosel cedido por la hermandad de Consolación de Carrión
de los Céspedes (Sevilla). Varios centros de flores, el libro de reglas y la
cruz del manifestador completaban este altar.
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