Un año más la espera se va agotando, y en los diez días
previos a su procesión, los chuceneros acuden a la iglesia a venerar a su
Patrona en esta Novena, la cual está llegando a sus últimos días.
Como también sucede cada año cuando llegan estas fechas, la
Virgen de la Estrella se encuentra entronizada en su paso, el cual se presenta
a modo de altar efímero acompañado de otras estructuras donde se apoyan los
canastos de flores que cada día ofrecen las calles, y los candeleros.
La Virgen ya se encuentra preparada para el quince de
agosto, y por segundo año consecutivo lucirá el manto rojo, bordado por Rafael
Polo y estrenado en 1999, circunstancia que nunca se ha llegado a dar. En estos
momentos también luce la ráfaga dorada con las coronas que llevan durante todo
el año, a juego con ésta, la saya de tisú de salida, tocado con tonos dorados,
el cual lo ha ido sacando los últimos siete años.
También luce la Señora en
estas fechas las alhajas con las que saldrá el próximo jueves, destacando
numerosos broches y anillos, además de medallas.
Es curiosa también la actual estampa que podemos encontrar
en la parroquia, pues en estos momentos no se encuentran en el retablo mayor
las imágenes de San Pedro y San Pablo.
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